Desde finales de los años 90 el auge de la música electrónica y todos sus derivados se ha ido incrementando hasta convertirse en el género por excelencia en Europa. A pesar de no estar excesivamente extendido por nuestro país (con excepciones como es el caso de Ibiza, Madrid y Barcelona), este género musical causa furor entre la mayoría de los países europeos y capitanea prácticamente todos los festivales a nivel global.
En este artículo haremos un repaso de los inicios del género y el avance de este a través de los años. También haremos un repaso de sus números y el impacto que tiene en nuestro país, así como las discotecas donde podrás encontrarlo.
Al pensar en música electrónica, todos nos imaginamos las espectaculares fiestas celebradas durante los veranos en Ibiza o grandes discotecas y festivales alrededor del mundo entero, con la presencia de grandes escenarios y los DJs más conocidos. Pero, aunque pueda parecer un género muy actual, lo cierto es que se empezó a experimentar con estos sonidos hace varias décadas.
Se considera electrónica a toda aquella música que use instrumentos electrónicos, como sampleadores o sintetizadores, siendo el fonoautógrafo (1857) el primer dispositivo en grabar un sonido electrónico. En las distintas corrientes musicales de la electrónica se vislumbra la influencia del jazz, funk, soul, new age o disco, entre otras.
Sin embargo, se considera que los primeros sonidos relacionados con la música electrónica actual llegaron en los sesenta, siendo el sintetizador Moog la herramienta que permitió empezar a experimentar y comercializar con el género que actualmente conocemos.
Ya en los setenta, habiéndose asentado este tipo de sonidos, la popularidad de este estilo crece gracias a nombres como Kraftwerk y Jean-Michel Jarre, quienes acaban dando paso a David Bowie o Pink Floyd, quienes ayudaron al público a coger el gusto por lo electrónico, pasando de lo underground a algo altamente comercial.
En los ochenta, el uso del sintetizador está muy extendido entre los artistas del momento. Es aquí cuando surgen el house, el techno o la electrónica de manera más oficial. En la década de los noventa, este tipo de sonido ya está plenamente extendido y establecido, comenzando a definirse los subgéneros de la electrónica. Finalmente, empezando el nuevo milenio se forja en Estados Unidos la cultura electrónica que actualmente conocemos, inspirada en todos los artistas previos del género, la cual se ha extendido globalmente.
Uno de los motivos principales del éxito que ha experimentado la electrónica es que los artistas pueden simular el sonido de cualquier instrumento sin saber tocar dicho instrumento, facilitando su producción. Así, un mayor número de personas puede acceder a producirla, pues no requiere de la compra de instrumentos, los cuales suelen ser muy caros, sino que puede producirse todo a través de diversos softwares.
Esto favorece que la oferta de canciones sea mayor, acercando el género a la demanda de personas muy numerosas y diversas.
Además, hemos de destacar el papel de Ibiza en el triunfo de esta música pues, tras popularizarse en EE.UU., llegó a la isla, ya muy conocida entre turistas internacionales, para cambiar su tradición del rock hacia la electrónica, promovido por legislaciones que obligaron a colocar limitadores de ruido en los equipos de sonido. De hecho, el cierre de los clubes de Ibiza en 2020 es uno de los aspectos mencionados en el IMS Business Report 2021 con respecto a las dificultades vividas por este género.
Las noches de grandes ciudades alrededor del mundo, como Nueva York, Los Ángeles, Miami, París, Londres o Barcelona, además de Ibiza, se caracterizan por la demanda de sus clubes dedicados a la música electrónica.
Concretamente en nuestro país, se calcula que, en 2017, la música electrónica tuvo presencia en el 60% de los festivales nacionales y en más del 30% de la programación de la radio musical.
Sin embargo, dadas las restricciones sanitarias establecidas durante el año 2020 y parte del 2021 como respuesta a la pandemia, se generó tal pérdida que el mercado cayó un 56% con respecto a 2019. Es decir, en tan solo un año, el mercado pasó de generar 7.300 a 3.300 millones de dólares. En este periodo, se calcula que más de 200 festivales de música electrónica se cancelaron o pospusieron a nivel global.
En lo que se refiere a discotecas relacionadas con este género, tan solo durante el verano de 2019 se vendieron en Ibiza dos millones de entradas, las cuales supusieron un ingreso de 80 millones de euros. En cambio, la ganancia total de estos acontecimientos, contando con alojamiento, alimentación y algunas actividades complementarias, asciende a 500 millones de euros, según el IMS Business Report 2020.
En cuanto al impacto económico en otras regiones del país, no se poseen los datos concretos, pero ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia son bien conocidas por sus discotecas de música techno y house, entre otros subgéneros electrónicos.
Además, como dato extra sobre la aportación de la electrónica a la economía a nivel global, fueron precisamente los artistas de este género los pioneros en NFT (Non-Fungible Token), suponiendo un 64% del total de NFT de música, es decir, un mercado de más de 55 millones de dólares en 2020.
Aunque la oferta completa es mucho más amplia, hablaremos a continuación de algunas salas de fiestas que ofrecen regularmente sesiones de música electrónica a lo ancho y largo de España, demostrando así que son muchas las ciudades en las que tiene cabida.
Barcelona. Algunas de las discotecas más sonadas en la ciudad condal relacionadas con este género son Carpe Diem, Eclipse, Bellacosa, El Desván Club, El Templo, Sub Frequency Diagnostic & Hard Project..
Sevilla. Si deseas vivir la electrónica en Andalucía, te recomendamos pasar la noche bailando en la Sala Even.
Madrid. Si te encuentras en la capital, debes hacer una parada en la Sala Nazca y en Techno Mad.
Valencia. Si quieres salir en esta ciudad y eres amante de la música electrónica, no puedes perderte Gotham.
Navarra. Dentro de esta comunidad, hemos de destacar la presencia de Basic Techno Club, situada en Cintruénigo.