La vuelta a la normalidad en el sector del ocio nocturno pero más concretamente en el sector de los Festivales ha llegado pisando fuerte. Tras una época negra para la música con una pandemia como protagonista, la celebración de festivales vuelve a nuestras vidas, empezando de cero, en una nueva normalidad.
En este artículo haremos un repaso a la situación vivida a raíz de la famosa pandemia, hablaremos de la forma de afrontar la situación adaptándose a medidas extraordinarias de prevención y seguridad y pronosticaremos la vuelta a una nueva normalidad muy esperada.
Una de las primeras medidas que se tomó en España para frenar el COVID-19 fue la suspensión de toda actividad no esencial y el confinamiento domiciliario de la población, abriendo así un nuevo modo de vida, totalmente diferente al que estábamos acostumbrados y teniendo que adaptarnos a nuevas formas de trabajar, de comunicarnos e incluso de vivir. Esto no ha sido fácil para nadie, puesto que hubo actividades que suspendieron de forma indefinida ya que era imposible velar por la seguridad de la ciudadanía durante su desarrollo.
Es el caso del ocio, la música y los espectáculos que tuvieron que suspender o en cierto modo reducir su actividad y limitarla, con el fin de respetar las medidas sanitarias en curso (acordémonos de las las fases de la desescalada y la reanudación de la actividad). Los primeros meses tras el confinamiento y el Estado de Alarma estuvieron sujetos a multitud de limitaciones en cuanto a aforos, uso de mascarillas, prohibición de consumo en barra, limitación de personas convivientes o no convivientes, es decir, un sin fin de normas que debíamos cumplir con el fin de mejorar la situación.
Se pensó que las medidas adoptadas serían las suficientes para frenar el COVID-19, lo que no se esperaba es que vinieran otras nuevas variantes del virus que harían que la normalidad tardase aún más en llegar. Esta consecución de sucesos hizo que el ocio en general fuera uno de los sectores más castigados, impidiendo desempeñar su actividad con normalidad.
El cierre del ocio nocturno supuso una situación límite para muchos negocios, en concreto más de 4900 locales tuvieron que echar el cierre. Además las pérdidas ascendieron a más de 2580 millones de euros, cifras muy por debajo de a las que nos tenía acostumbrados el sector, que superaban los 20.000 millones de euros antes de la declaración del Estado de Alarma. La caída en la facturación del ocio nocturno supuso pérdidas de más de 300.000€ por cada discoteca y de unos 150.000€ en bares de copas y salas de conciertos.
El confinamiento total del país llevó a que la mayoría de sectores tuvieran que reinventarse para poder adaptarse a la nueva realidad. Los festivales y los conciertos son los más afectados, algunos de los más reconocidos como el Primavera Sound o el Sonar han tenido que posponerse hasta 2 años seguidos, ya que el avance de la pandemia y las medidas restrictivas impidieron su celebración. Fue de ese modo que se empezaron a idear festivales de carácter online que derivan de los originales, con el fin de que los espectadores pudieran disfrutar de su música favorita desde cualquier lugar y con las medidas pertinentes.
Las tendencias que marcarán los festivales a lo largo de este año vendrán influenciadas por la crisis del COID-19, ya que la situación ha afectado de forma general a todas las empresas.
Las tendencias en la celebración de los festivales cambian, como explica el el blog Idasfest. Será sin duda la seguridad, una de las tendencias que estará muy presente en los festivales a partir de ahora, ya que si algo se ha aprendido a lo largo de todo este tiempo es la necesidad de sentirnos seguros en todo momento. Es por eso que el control de aforo será primordial para garantizar esa seguridad. Es algo con lo que el público está familiarizado en otros ámbitos y por eso es importante incluirlo en el desarrollo del evento.
Otra de las cosas a tener en cuenta es la digitalización, que ya es una realidad en casi todos los sectores y que la situación por el COVID-19 nos ha enseñado que es importante contar con procesos digitales, ya que facilitan el trabajo y ofrecen una mayor comodidad para los asistentes a la hora de realizar ciertos trámites desde sus propios dispositivos. La digitalización en este sector ha llegado para quedarse, desde el uso de herramientas para captar el Big Data que se genera hasta el consumo en las barras.
Si se utilizan estas tendencias de la manera correcta, se conseguirá un gran incremento en las ventas y harán que poco a poco el sector resurja y pueda volver a la normalidad pre pandemia tras estos años tan duros en los que no han podido desarrollar su actividad con normalidad.
Esto supondrá un antes y un después en el sector porque para muchos es quizás una forma de empezar de cero, con todo mucho más controlado y estudiado con el fin de que el desarrollo de su actividad vuelva a sus mejores marcas. Se espera superar con creces las expectativas marcadas por los promotores y demás personal que hace posible el desarrollo de festivales tan increíbles y emocionantes como los que estábamos acostumbrados antes del COVID-19.